Salvemos Ava Ranga Uka de la destrucción

Tradicionalmente diversas especies nativas y endémicas que crecían en espacios silvestres de la isla han sido recolectadas con variados fines: para uso medicinal, alimentación, artesanía y otros. Tales son, por ejemplo, los casos del nga’atu, matu’a pua’a, mahute, ti, toa y varias especies más.
Incluso se fomenta la extracción de plantas con la justificación de fines o usos culturales; pero hoy día la extracción misma atenta contra la cultura y es necesario buscar opciones.

La suspensión del Tau’a Rapa Nui en el Humedal Rano Raraku a partir del año 2016 es un buen ejemplo de la necesidad de desarrollar prácticas culturales realmente sustentables; llega un momento en que hay que tomar decisiones. Lo mismo es necesario hacer con respecto a la extracción de plantas nativas en los espacios silvestres, incluyendo el Humedal Ava Ranga Uka.

Pero en tiempos más cercanos hay particulares que incluso extraen plantas con fines ornamentales y los helechos son un grupo que se ha visto muy afectado por esta práctica.
Lamentablemente, bajo las actuales condiciones críticas ya descritas en forma amplia a través de las diferentes secciones de esta web app, es evidente que la extracción de plantas ya no es una práctica sostenible, mucho menos en lugares tan amenazados como el Humedal Ava Ranga Uka a Toroke Hau.

Por el contrario, la extracción de flora nativa es muy perjudicial para las pequeñas poblaciones extremadamente vulnerables que quedan de nuestras especies, sobre todo de plantas endémicas clasificadas como «En peligro crítico de extinción» como sucede con varios de los helechos de este humedal.
Tan solo extraer 1 planta ya significa un impacto severo a poblaciones que de acuerdo a los censos de CONAF registran menos de 10 individuos en total para ciertas especies.
Por favor, jamás extraigas plantas de este humedal.

Hace varios años atrás se construyó una presa rústica a la salida de Rano Aroi para controlar el caudal del humedal mediante tuberías y así abrevar a ganado suelto por todo el sector.

Esta intervención y otras similares en años más recientes no han tomado en cuenta la dinámica natural propia del humedal y han agudizado la explotación descontrolada del recurso hídrico, dañando progresivamente la viabilidad misma del humedal.

Si a ello se suma la sequía que padece la isla hace unos 10 años y el cambio climático, la extracción del agua es una de las amenazas más graves.

Por eso, algunos especialistas consideran que el «uso excesivo de agua» del humedal es una de las principales amenazas para Ava Ranga Uka. Extraer agua significa dañar directamente todo el ecosistema del humedal, que como tal depende del agua.

Todo el complejo de Rano Aroi – Ava Ranga Uka ha sido perturbado por la acción humana y ha sufrido incluso daños debido a construcción de huellas y pasos, construcción de cercos, bebederos, presas, instalación de tuberías, junto a los impactos directos sobre el suelo y la flora nativa causados por el ganado y los incendios forestales intencionales. Puedes conocer más acerca de la crisis de los incendios en nuestra web app kimoatehenua.

En años recientes se han hecho excavaciones, se han abierto nuevas huellas vehiculares, ha ingresado maquinaria pesada y se han hecho ocupaciones justo al lado de tramos sensibles del humedal.

Es posible que estas faenas sean la causa de derrumbes dentro de la quebrada y que han afectado a espacios donde viven helechos endémicos.

Gran parte de la isla se ve afectada por el ganado suelto que deambula sin control sobre los monumentos y los humedales; pero en el caso de Ava Ranga Uka la situación es todavía peor debido a la extrema fragilidad de este humedal.

El ganado erosiona el suelo, come y pisotea las plantas nativas, consume la poca agua que queda en el humedal y además es el motivo por el cual se causan incendios forestales en el sector, en un destructivo intento de producir «pastos verdes» para los animales, degradando aún más los recursos naturales.

La ganadería extensiva es el punto inicial de la cadena destructiva que continúa con los incendios, la erosión y las plantas invasoras.

Hay varias especies invasoras que amenazan el humedal pero ninguna es tan nociva como el mauku piro (Melinis minutiflora). Llamada también pasto hediondo o pasto imperialista, es una herbácea perenne que se reconoce por sus tallos y hojas peludas, pegajosas y de fuerte olor a aceite y sus inflorescencias rojizas.

Es una especie pionera, colonizadora de las zonas abiertas e incendiadas, porque es pirófila o tolerante y adaptada a los incendios, sumamente combustible.

De acuerdo con los informes del botánico alemán G. Zizka esta especie invasora habría sido introducida intencionalmente a la isla como planta forrajera para el ganado.

El mauku piro invade y ocupa los espacios donde crecen plantas nativas, y además les quitan luz y agua.

Mientras más incendios producen, más mauku piro se propaga y es prácticamente imposible erradicarlo después.

El desconocimiento de nuestras especies de flora nativa y endémica, de su importancia biológica y ecológica en el pasado y en el presente y del estado crítico de conservación de estas especies constituye un factor de primera importancia que lleva a la extracción de estos recursos y a que no le demos el peso debido a las amenazas comentadas.

Finalmente, esto significa que seguimos perdiendo nuestra biodiversidad ante nuestros propios ojos y nuestra pasividad.

Por eso es tan importante conocer los recursos naturales de Rapa Nui, sus plantas, aves, insectos, sus humedales; mientras mejor los conozcamos más los valoraremos, los cuidaremos y tomaremos acción para salvar lo último que nos queda en la actualidad.

En esta web app encontrarás resumida y presentada de forma amena gran parte de esta información que todos deberíamos manejar en la isla.